lunes, 9 de febrero de 2009

MADRE E HIJA MUEREN SEPULTADAS POR DERRUMBE DE TIERRA Y APLASTADAS POR ARBOLES

Por Zona Life Urbano
Gracias a Hugo Gómez Guzmán Corresponsar de Puerto Plata habla

ALTAMIRA, Puerto Plata.-Una madre y una hija menor suya murieron la madrugada de este domingo sepultadas por un alud de tierra y aplastadas por el peso enorme de tres grandes matas de cedro y una de cocos, mientras dormían en el dormitorio de la vivienda donde residían la segunda y la tercera víctimas que han ocasionado las lluvias en esta provincia.

En la tragedia, en la que murieron Egilda Cástula Cabrera, de 40 años de edad y su hija, Zunilda Martínez Cabrera, de 10 años, también resultó herido el maestro constructor Máximo Martínez (Llillo), de 53 años de edad, quien era esposo de la primera y padre de la segunda victimas, quienes estaban durmiendo en la misma habitación de la vivienda destruida parcialmente por el derrumbe.

Llillo Martínez narró que el hecho en el que perecieron se produjo poco antes de las 4:00 de la madrugada de hoy en el paraje Los Arroyos, sector La Piedra, del municipio de Altamira, cuando sobre esta comunidad caía un fuerte aguacero, ocasionados por las lluvias que desde el pasado jueves se han precipitado sobre la provincia de Puerto Plata.

Martínez dijo que su hija Zunilda Martínez Cabrera acostumbraba ver televisión con él y su madre y luego se iba a su habitación, pero la noche del sábado, le dijo: "Papi, yo quiero quedarme a dormir con ustedes". A lo que tanto él, como su madre accedieron y se acostaron los tres juntos, ajenos a la tragedia que estaba en marcha, sin ellos saberlo.
Máximo Martínez (Llillo) refirió que de inmediato solicitaron a los vecinos más cercanos a su colapsada casa que los auxiliar, algunos de los cuales iniciaron de inmediato las labores de rescate de la madre y la hija atrapadas en el interior de la vivienda, mientras otros fueron a pedir ayuda a los bomberos de Altamira, pero cuando luego de muchos esfuerzos consiguieron recuperar sus cuerpos se dieron cuenta que las dos estaban muertas.

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