Por Jose Toribio
Es lamentable que la carencia de honestidad nos tenga dudando de todo y de todos.
Si acudimos a una estación de combustible, debemos mantener fija la mirada en el marcador.
Al consultar a algunos profesionales del derecho, estemos bien preparados, ¡por si acaso!¡El colmo! Cuando vamos a la policía, casi siempre los vehículos carecen de carburante.
Hasta el pedigüeño del parque se vale de “trucos” para obtener limosnas.
Varios taxistas -me contó alguien- al trasportar personas, en horas de madrugada, alegan carecer de “menudo”, para quedarse con el cambio.
¿Conoce usted un mecánico confiable?¡Cuidémonos! La miel en el supermercado está cargada de azúcar quemada y en el carrito anunciador, ofertan ungüentos que más que bien, hacen lo contrario.
Si un medico le dice a uno que hay que operarlo, de una vez uno va donde otro a ver si es verdad y el medico en cuestion no quiere tumbar a uno.
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