Por: Rosa Rosado
Del total de muertos confirmados, más de mil fueron identificados y unos 400 cuerpos han sido entregados a sus familias, según la agencia local Kyodo. Por cuarto día consecutivo, los equipos de rescate se enfrentan a la doble tarea de remover las ruinas y escombros en el litoral en busca de cadáveres y de llevar ayuda a los damnificados en zonas aisladas como Oshima, una pequeña isla frente a la costa de Miyagi.
Allí fueron halladas con vida cerca de 1.300 personas que escaparon del sismo de 9 grados de en la escala Richter y posterior tsunami. Entre 7 mil y 8 mil residentes de Oshima perdieron sus casas y se refugiaron en escuelas. Están incomunicados y se desconoce si tienen provisiones suficientes.
Aún no se sabe nada sobre unos 7.500 residentes de Minamisanriku (Miyagi), un pueblo tapado por el mar, desaparecidos el viernes. La Policía cree que podrían haberse refugiado en localidades cercanas como Tome. Un total de 2 mil vecinos fueron localizados con vida, por lo que hay alguna luz de esperanza para sus vecinos.
El gobernador de Miyagi, Yoshihiro Murai, indicó que en este momento el mayor problema es la carencia de combustible y material sanitario en los hospitales, donde están racionando las medicinas. Las morgues no dan abasto para almacenar los cadáveres, se necesitan urgente más ataúdes y sus trabajadores se quejan de que los constantes apagones no les permiten mantener refrigerados los restos mortales.
Cuatro días después del desastre, no está claro si los equipos de rescate podrán encontrar a mucha más gente con vida. La excepción fue el caso de una mujer de 70 años, rescatada en la provincia de Iwate luego de cuatro días de espera entre los escombros. El total de supervivientes asciende a 25 mil.
El primer ministro, Naoto Kan, ordenó a los soldados fijar como prioridad la asistencia a los damnificados. "Continuaremos con el rescate, pero hay tanta gente que necesita ayuda en los centros de refugiados que debemos gradualmente redirigir nuestros esfuerzos a satisfacer sus necesidades", explicó.
Más de medio millón de evacuados viven ahora en unos 2.500 refugios temporales, muchos de los cuales no tienen agua potable o electricidad. Tokyo Electric Power, la principal operadora en la zona, continúa con sus cortes rotativos en provincias aledañas a la capital para garantizar el suministro en las zonas afectadas y prevé extender las interrupciones si no se soluciona el déficit en la capacidad de generación.
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