Por Rosa Rosado
Es invisible, silenciosa y no tiene olor. Pero puede ser devastadora. Por estas horas, expertos de todo el mundo, conmovidos y consultados por la situación en Japón, explicaron cuáles son las consecuencias de entrar en contacto con gases radiactivos y qué medidas se pueden tomar. Los aspectos que más amenazados estarían son la fertilidad y la descendencia.
"La radiación no se ve ni se huele, pero sus efectos son a largo plazo y dañarán la salud y el medio ambiente durante años", así describió el radiobiólogo español Eduard Rodríguez-Farré las consecuencias del accidente nuclear ocurrido en una central japonesa.
El especialista es uno de los mayores expertos internacionales en radiaciones nucleares y es autor de estudios sobre las consecuencias de la catástrofe nuclear de Chernobyl.
"En el núcleo de un reactor nuclear existen más de 60 contaminantes radiactivos a partir de la fisión del uranio, unos de vida muy larga y otros de vida muy corta, pero casi todos tienen una gran afinidad con nuestro organismo y se acumulan en él, ya que son parecidos a nuestros elementos biológicos", explicó el científico.
Todos acumulamos una dosis de radiación de 2,5 milisievert (mSv) por año.
El médico Daniel Cragnolino, jefe del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Austral y especialista en Medicina Nuclear, explicó:
* Por una radiografía, se reciben de 0,2 a 0,7 mSv.
* Por una tomografía: 2 a 5 mSv.
* Ningún procedimiento médico supera los 10 msv.
* En Chernobyl, gran parte de las personas que estaban en un radio de 30 km a la redonda de la central nuclear recibieron más de 50 mSv (el 10%) y más de 100 mSv (el 5%).
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